Serbios en el norte de Kosovo renunciaron a trabajos gubernamentales en protesta por las placas de matrícula

Serbios en el norte de Kosovo renunciaron a trabajos gubernamentales en protesta por las placas de matrícula

Una larga disputa por las matrículas está alimentando las tensiones étnicas entre Serbia y su antiguo estado de Kosovo.

Los serbios de la minoría en el norte de Kosovo dicen que están dejando sus puestos en las instituciones estatales, incluido el gobierno, la policía y los tribunales, para protestar por el uso de nuevas placas de matrícula de automóviles emitidas por Pristina.

Tras una reunión de representantes políticos serbios en el norte de Kosovo, el ministro de Comunidades y Retornos, Goran Rakic, ha anunciado que dimite de su cargo en el gobierno de Pristina.

Dijo a los periodistas que colegas de la minoría serbia de 50.000 miembros en el norte también habían renunciado a sus trabajos en las administraciones municipales, los tribunales, la policía y el parlamento y el gobierno de Pristina.

La larga disputa sobre las matrículas ha alimentado las tensiones entre Serbia y su antigua contraparte, Kosovo, que obtuvo la independencia en 2008 y alberga a una pequeña minoría étnica serbia en el norte, que cuenta con el apoyo de Belgrado.

Kosovo, que es predominantemente de etnia albanesa, ha tratado de obligar a unos 50.000 serbios étnicos a aceptar el gobierno de Pristina por asuntos burocráticos de rutina después de una rebelión de 10 años contra el represivo gobierno serbio.

El gobierno de Kosovo ha anunciado este mes que comenzará a imponer multas a los conductores serbios que utilicen matrículas antiguas anteriores a la independencia y confiscará los vehículos cuyos números de matrícula no hayan sido modificados antes del 21 de abril de 2023.

Rakic ​​dijo que no considerarían regresar hasta que Pristina levantara la orden. También exigieron la creación de una unión de municipios serbios, lo que daría a las regiones de mayoría serbia una mayor autonomía, dijo.

El primer ministro Albin Kurti instó a los serbios a «no boicotear y renunciar a las instituciones de Kosovo».

“Nos sirven a todos, a cada uno de ustedes. No se convierta en víctima de manipulaciones políticas y juegos geopolíticos”, agregó Kurti en una publicación de Facebook.

Los principales patrocinadores de Kosovo, Estados Unidos y la Unión Europea, instaron a Kurti a retrasar la implementación de las matrículas por otros 10 meses, pero se negó.

En septiembre, cuando Kurti anunció la fecha límite del 31 de octubre para el transporte de motoristas, describió la decisión como «nada más o menos que un ejercicio de soberanía».

Blerim Vela, jefe de gabinete del presidente de Kosovo, Vjosa Osmani, tuiteó que Belgrado estaba «forzando e induciendo a los serbokosovares a dejar sus trabajos en las instituciones de Kosovo».

En Serbia, la primera ministra Ana Brnabic dijo que su gobierno «apoya a nuestro valiente y orgulloso pueblo de Kosovo».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *