La inacción del Ayuntamiento de Murcia mantenía abierta la discoteca donde murieron 13 personas

La discoteca Teatre y su escisión, La Fonda Milagros, han mantenido sus puertas abiertas durante 21 meses sin tener licencia de actividad. A pesar de que el Ayuntamiento de Murcia ordenó el cese de actividad en ambas discotecas, continuaron operando sin ningún impedimento. La Fonda llegaba a congregar a cientos de personas, a pesar de no estar legalmente registrada.

En 2019, Teatre solicitó la división del local para crear uno nuevo, pero en enero de 2022 se les ordenó cesar la actividad. Sin embargo, ninguna de las dos discotecas cumplió con la orden de cierre y hasta el momento no se ha aclarado cómo se llevaron a cabo las inspecciones municipales que deberían haber asegurado su cumplimiento.

El actual equipo de gobierno ha anunciado que se abrirá un procedimiento para depurar responsabilidades y actuarán como acusación popular en el proceso penal. Tanto el sector empresarial como un antiguo concejal de la corporación municipal han señalado la responsabilidad tanto de la empresa como de la administración en este incidente.

En relación con la seguridad de los locales, se ha mencionado la presencia de materiales inflamables y problemas en la salida de emergencia. El abogado de La Fonda asegura que el local contaba con licencia de actividad, aunque la documentación se habría quemado en el incendio.

Cabe destacar que el propietario de Teatre, Juán Inglés Rojo, ya tenía otro local en San Pedro del Pinatar que también operaba sin licencia. Esto ha generado aún más preocupación entre los ciudadanos y las autoridades.

Vivian Alzate, miembro de una asociación de colombianos en Murcia, ha relatado la falta de información y ha criticado la rapidez con la que se ha atribuido la responsabilidad a La Fonda en el incendio. Según Alzate, es necesario investigar a fondo lo ocurrido y determinar todas las responsabilidades involucradas.

Este incidente ha generado una gran indignación entre la población, ya que pone en peligro la seguridad de los asistentes a los locales y pone de manifiesto posibles fallos en el sistema de inspecciones municipales. Las autoridades locales deberán tomar medidas firmes y transparentes para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.