El ministro de Desarrollo Regional de Brasil, Daniel Ferreira, dijo el domingo que 56 personas estaban desaparecidas y al menos 25 resultaron heridas.
Más de 3.900 personas también perdieron sus hogares debido a las devastadoras lluvias, agregó Ferreira.
Algunas de las muertes fueron causadas por deslizamientos de tierra en la región del Gran Recife, dijo la Defensa Civil de Pernambuco, que instó a los residentes en áreas de alto riesgo a buscar refugio en otros lugares.
Se han instalado escuelas en la ciudad de Recife para albergar a las familias desplazadas.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha dicho que el ejército brasileño apoyará a las víctimas y que viajará personalmente a Recife el lunes para evaluar la situación.
“Nuestro gobierno hizo todo lo posible para ayudar a las víctimas, incluidas las Fuerzas Armadas, desde el principio”, escribió en Twitter el domingo.
El noreste de Brasil se ha visto afectado por una cantidad de lluvia sin precedentes, dicen las autoridades. En algunas regiones en las últimas 24 horas se registraron más precipitaciones que el volumen total esperado para mayo.
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