Durante el año 2024, España experimentará dos cambios de hora que afectarán el ritmo de vida de los ciudadanos. El primero de ellos se llevará a cabo el último domingo de marzo, específicamente el 31 de marzo, cuando los relojes se adelantarán una hora a las 02.00 horas, marcando el inicio del horario de verano.
A pesar de que el cambio de hora se relaciona con días más largos, los días comienzan a alargarse desde el inicio del invierno, con la salida y puesta del sol variando según la ubicación geográfica. El solsticio de invierno, que se produce entre el 21 y 22 de diciembre en el hemisferio norte, marca el momento en que la Tierra pasa por el punto de su órbita con la máxima declinación sur.
El objetivo del cambio horario es ajustar las horas de luz solar a la jornada laboral, con el fin de ahorrar energía y disminuir el consumo de luz en espacios públicos. Sin embargo, este cambio puede afectar la salud de algunas personas, especialmente aquellos con rutinas muy establecidas, causando insomnio, falta de concentración, irritabilidad y cansancio.
El verano de 2024 en el hemisferio norte comenzará el 20 de junio a las 22.51 horas, según el Observatorio Astronómico Nacional, y durará aproximadamente 93 días. Es importante tener en cuenta estos cambios de hora para adaptarse de manera adecuada y minimizar los efectos negativos en la salud y el bienestar de la población.
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