Un monstruo marino de la era de los dinosaurios ha sido descubierto en una remota isla del Ártico

Reconstrucción del ictiosaurio más antiguo

El ictiosaurio más antiguo encontrado en Spitsbergen y la reconstrucción del ecosistema de 250 millones de años. Crédito: Ilustración de Esther van Hulsen

Durante casi 190 años, los científicos han buscado los orígenes de los antiguos reptiles marinos desde la era de los dinosaurios. Ahora, un equipo de paleontólogos suecos y noruegos ha descubierto los restos del ictiosaurio más antiguo conocido, o «pez lagarto», en la remota isla ártica de Spitsbergen.

Los ictiosaurios eran un grupo extinto de reptiles marinos cuyos fósiles se han encontrado en todo el mundo. Se encuentran entre los primeros animales terrestres en adaptarse a la vida en mar abierto y tienen una forma de cuerpo «similar a un pez» similar a las ballenas modernas. Los ictiosaurios estaban en la parte superior de la cadena alimenticia en los océanos, mientras que los dinosaurios vagaban por la tierra y dominaban los ambientes marinos durante más de 160 millones de años.

Estructura más temprana de las vértebras de ictiosaurio

Imagen de tomografía computarizada y sección transversal que muestra la estructura ósea interna de las vértebras del ictiosaurio más antiguo. Crédito: Øyvind Hammer y Jørn Hurum

Según los libros de texto, los reptiles aparecieron por primera vez en mar abierto después de la extinción masiva del Pérmico, que devastó los ecosistemas marinos y allanó el camino para el amanecer de la era de los dinosaurios hace unos 252 millones de años. Según cuenta la historia, los reptiles terrestres con patas para caminar invadieron los hábitats costeros poco profundos para aprovechar los nichos de depredadores marinos que quedaron vacíos por este evento catastrófico. Con el tiempo, estos primeros reptiles anfibios se volvieron más eficientes para nadar y finalmente modificaron sus extremidades para convertirse en voladores, adquirieron una forma corporal «similar a un pez» y comenzaron a dar a luz crías vivas. Cortando así su conexión final con la tierra, sin necesidad de bajar a tierra para poner sus huevos.

Los nuevos fósiles encontrados en Spitsbergen ahora están revisando esta teoría de larga data.

Cerca de los pabellones de caza en la costa sur del fiordo helado de West Spitsbergen, el Valle de las Flores atraviesa las montañas cubiertas de nieve, dejando al descubierto capas de roca que alguna vez fueron lodo en el fondo del mar hace unos 250 millones de años. El río Aragahos, alimentado por el deshielo, ha erosionado la lutita, revelando cantos rodados de piedra caliza redondeados llamados concreciones. Se formaron a partir de sedimentos de piedra caliza que se asentaron alrededor de restos de animales en descomposición en el antiguo lecho marino, preservándolos más tarde con un impresionante detalle tridimensional. Hoy en día, los paleontólogos buscan estos depósitos para estudiar los restos fosilizados de criaturas marinas muertas hace mucho tiempo.

Rocas con fósiles en Spitsbergen

Rocas con fósiles en Spitsbergen que producen los primeros restos de ictiosaurios. Crédito: Benjamin Kier

En 2014, se recolectó una gran cantidad de concreto de Flower Valley durante una expedición y se envió al Museo de Historia Natural.[{» attribute=»»>University of Oslo for future study. Research conducted with The Museum of Evolution at Uppsala University has now identified bony fish and bizarre ‘crocodile-like’ amphibian bones, together with 11 articulated tail vertebrae from an ichthyosaur. Unexpectedly, these vertebrae occurred within rocks that were supposedly too old for ichthyosaurs. Also, rather than representing the textbook example of an amphibious ichthyosaur ancestor, the vertebrae are identical to those of geologically much younger larger-bodied ichthyosaurs, and even preserve internal bone microstructure showing adaptive hallmarks of fast growth, elevated metabolism and a fully oceanic lifestyle.

Geochemical testing of the surrounding rock confirmed the age of the fossils at approximately two million years after the end-Permian mass extinction. Given the estimated timescale of oceanic reptile evolution, this pushes back the origin and early diversification of ichthyosaurs to before the beginning of the Age of Dinosaurs; thereby forcing a revision of the textbook interpretation and revealing that ichthyosaurs probably first radiated into marine environments prior to the extinction event.

Excitingly, the discovery of the oldest ichthyosaur rewrites the popular vision of Age of Dinosaurs as the emergence timeframe of major reptile lineages. It now seems that at least some groups predated this landmark interval, with fossils of their most ancient ancestors still awaiting discovery in even older rocks on Spitsbergen and elsewhere in the world.

The paper is published in the prestigious international life sciences journal Current Biology.

Reference: “Earliest Triassic ichthyosaur fossils push back oceanic reptile origins” by Benjamin P. Kear, Victoria S. Engelschiøn, Øyvind Hammer, Aubrey J. Roberts and Jørn H. Hurum, 13 March 2023, Current Biology.
DOI: 10.1016/j.cub.2022.12.053

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