El dengue ha causado brotes en Europa durante este verano, con casos autóctonos notificados en Italia, Francia y España. En total, se han registrado 116 casos autóctonos de dengue, una cifra históricamente alta para el continente.
El brote más al norte de transmisión local del dengue se ha registrado en el área metropolitana de París, mientras que en Roma se han visto afectadas 32 personas. Además, se han reportado dos casos en Malgrat de Mar, en Barcelona.
Se sabe que el mosquito tigre, presente en Europa, puede transmitir enfermedades como el dengue, el chikungunya y el zika. La propagación de estas enfermedades en Europa dependerá de la situación epidemiológica en los países endémicos y del número de viajeros.
Para prevenir brotes de dengue, España ha implementado medidas de vigilancia y control. Sin embargo, el cambio climático contribuye a la expansión de enfermedades transmitidas por vectores, ya que el aumento de las temperaturas favorece la actividad de los mosquitos.
El transporte de mercancías y personas ha permitido la expansión del mosquito tigre a nuevos territorios. Además, el cambio climático ha facilitado la transmisión de la malaria en áreas que antes no eran afectadas.
La superpoblación y la globalización también son factores que contribuyen a la propagación de enfermedades. En España, además del dengue, se enfrentan amenazas relacionadas con otros vectores, como el mosquito Culex pipiens y las garrapatas.
Ante estas circunstancias, es necesario desarrollar una vigilancia transversal y planes de prevención para identificar y actuar sobre los riesgos potenciales. También se recomienda mantener a los perros en las mejores condiciones para evitar que se conviertan en un foco de transmisión de la Leishmania.
Estos brotes de dengue en Europa durante el verano son una advertencia de la necesidad de seguir combatien do las enfermedades transmitidas por vectores y de estar preparados para futuros desafíos de salud pública.