En la búsqueda de vida en otros planetas, se han hecho varias conexiones prometedoras. Los astrónomos han identificado dos mundos con masas similares a la Tierra en la zona habitable alrededor de una estrella enana roja llamada GJ 1002.
La zona habitable alrededor de una estrella es el punto ideal entre que un planeta sea demasiado caliente o demasiado frío para albergar vida. Para estar en esta zona, los planetas deben orbitar su estrella a una distancia en la que teóricamente podría haber agua líquida en su superficie.
«GJ 1002 es una estrella enana roja que apenas tiene una octava parte de la masa del Sol». dice la astrofísica Vera Maria Passenger del Instituto Astrofísica de Canaria (IAC) en España. “Es una estrella bastante fría y tenue. Esto significa que su zona habitable está muy cerca de la estrella».
Si bien todavía estamos muy lejos de confirmar la vida extraterrestre o incluso el agua corriente, GJ 1002b y GJ 1002c cumplen todos los requisitos hasta el momento, y a solo 16 años luz de nuestro Sistema Solar, están cerca de donde estamos. el Universo, astronómicamente hablando, en términos de
Dos herramientas de visualización del espacio: CAFÉ EXPRÉS (Espectrógrafo Echell para exoplanetas rocosos y observaciones espectroscópicas estables) y CARMENES (Búsqueda de alta resolución de Calar Alto para enanas M con espectrógrafos de infrarrojo cercano y óptico Echelle de Exoearths) – se iba a utilizar conjuntamente para descubrir la estrella y sus planetas.
Eso se debe a que la tenue luz que emana del GJ 1002 requiere instrumentos de gran sensibilidad y precisión para reconocer sus firmas. El equipo de investigación utilizó 139 observaciones espectroscópicas (medidas de radiación en el espacio profundo) realizadas entre 2017 y 2021 para detectar los planetas.
Hasta ahora, no sabemos mucho sobre estos cuerpos celestes excepto dónde están. GJ 1002b es la más cercana a su estrella y tarda poco más de 10 días en completar una órbita; GJ 1002c está más lejos, con una órbita de poco más de 20 días.
La buena noticia es que la proximidad relativamente cercana de GJ 1002b y GJ 1002c significa que es más fácil realizar observaciones más detalladas. El siguiente paso sería estimar su atmósfera en función de la luz que reflejan o el calor que emiten.
«El futuro espectrógrafo ANDES del telescopio ELT de ESO, en el que participa el IAC, podría estudiar la presencia de oxígeno en la atmósfera de GJ 1002c». dice el astrofísico Jonay I. González Hernández Del IAC.
Ahora tenemos un total de hasta 5000 exoplanetas, planetas más allá de nuestra Tierra, que se han observado. A medida que mejoran los telescopios y los algoritmos de corrección de datos, podemos detectar objetos más pequeños y más alejados de la Tierra.
Con estas mejoras en la tecnología, nos estamos acercando a ella medir las firmas químicas de la vida en estos planetas distantes, a pesar de que están a años luz de distancia en el espacio.
«La naturaleza parece estar tratando de mostrarnos que los planetas similares a la Tierra son muy comunes». dice el astrofísico Alejandro Suárez Mascareño Del IAC. «Con estos dos, ahora sabemos de siete en sistemas planetarios bastante cerca del Sol».
El estudio ha sido publicado Astronomía y astrofísica.
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