Salma Hayek Después de compartir A, conecté las redes Fotógrafo: donde representa un bikini mientras bebe café; La postal se volvió viral և Seguidores: quedaron asombrados del cuerpo que protege Actriz Desde 53.
Al parecer, la postal fue sacada de una lujosa mansión en la que: Actriz La fecha límite ha pasado, lo que demuestra lo bien que se manejó el aislamiento voluntario.
Hayek pos con sexy bikini el color azul oscuro que revelaba en detalle su figura, la cintura de un infarto և sus piernas perfectas; algo que no pasó desapercibido redes sociales donde sus fans eran invencibles.
Café de la mañana en bikini sexy
La belleza Actriz Durante dos décadas, Veracruzana ha construido una exitosa carrera en el cine de Hollywood, todo gracias a su talento. belleza և carisma, algo que siempre se ha descrito a sí mismo, և que refleja las cámaras.
Unos meses después de que comenzara la cuarentena, Salma Hayek Decidió aislarse con su hija Valentina ինը su marido, un millonario francés François-Henri Pinal, en un enorme palacio, desde donde pasaba semanas en secreto, dedicado a su disfrute familia: և del campo.
Era de un pueblo de este país Salma dentro: bikini y tener delicioso cafeteríaUn poco de cafe. A Lior le coffee, escribió la actriz junto a la publicación. Y a ellos Seguidores: respondieron de inmediato con mensajes.
Con esta hermosa postal Salma Hayek nos cuenta que a los 53 años sigue luciendo espectacular, brillante y de gran calidad; Y la mejor parte es que no desea expresar su belleza natural.
Por Redaccin Digital El Heraldo de México
Mypr:
No se puede escribir con guantes de boxeo. Analista. Creador típico. Erudito de la cultura pop
También te puede interesar
-
Roban el set de la película ‘Beetlejuice 2’ mientras los ladrones se llevan una escultura icónica fecha límite
-
Greta Gerwig explica la línea final de ‘Mic Drop’ de ‘Barbie’ – Fecha límite
-
La icónica estatua de Beetlejuice fue robada de la colección de secuelas
-
SAG-AFTRA toma medidas para involucrar a más creadores de contenido en línea – Informe – Fecha límite
-
El mundo crudo y rústico de Kanguva