MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha acusado a su predecesor, Enrique Peja Nieto, de «exorcismo» tras la detención de su exsecretario de Estado, Salvador Cienfuegos.
Después de estas detenciones, «cuando se hablaba de la situación de los estupefacientes, había sospechas. «No era un narcoestado, sino un narcogobierno», dijo López Obrador.
En todos los casos, lo han aprovechado, a pesar de los obstáculos que apenas podemos imaginar «. Durante una pregunta clara, López Obrador aseguró que «las fuerzas y la Secretaría de Seguridad ya no están infiltradas».
«No debemos adelantarnos a nosotros mismos. Ciertamente es un error que dos destacados funcionarios de seguridad mexicanos estén detenidos por cargos de tráfico de drogas. Es muy grave, es una clara señal de la crisis. «La caída del régimen afortunadamente está llegando a su fin, aunque todavía estamos en una fase de transición donde lo viejo no termina en la muerte y lo nuevo no termina en el nacimiento», dijo.
También explicó que no investigaron a Cienfuegos en México porque «no hubo denuncia». “No nos escondemos para nadie, no damos impunidad a nadie. Me debo a la gente. «Mi amo es el pueblo de México. No les voy a fallar».
«Si mi familiar ha cometido un delito, debe ser castigado. Cualquier partidario público. No llegué a la Presidencia con el apoyo de las partes interesadas. «He venido a la Presidencia por el pueblo», dijo.
Para Peña Nieto, la detención de dos exministros es una señal de la disolución del régimen neoliberal.
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