La familia Abu Mustafa, residente en Gaza, vive con temor constante debido a la situación en Rafah, donde están acampando junto a la valla que separa Gaza de Egipto. A pesar de ser uno de los pocos lugares relativamente seguros en medio del devastado enclave, más de un millón de palestinos se encuentran hacinados en los alrededores de Rafah, sin tener a dónde huir en una franja reducida que está en ruinas debido a los combates.
En respuesta a esta situación, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha ordenado un plan de evacuación para los civiles en Rafah. Sin embargo, las agencias de ayuda advierten que cualquier asalto a la ciudad sería catastrófico. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también ha declarado que no se debe llevar a cabo una operación militar en Rafah sin garantizar la seguridad de la población.
El conflicto entre Israel y Gaza ha escalado tras el asalto del grupo Hamas a la valla fronteriza con Israel, causando numerosas muertes y tomando rehenes. Gaza está en ruinas y más del 85% de la población se encuentra sin hogar. Ante esta situación, se prevén nuevas conversaciones entre líderes de Qatar, Estados Unidos, Israel y Palestina para buscar una solución al conflicto. Mientras tanto, los ataques aéreos israelíes se han intensificado en Rafah.
A pesar de los anuncios de Netanyahu sobre el asalto a Rafah, las autoridades israelíes están preparando un plan de evacuación para los civiles. Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores francés advierte que una ofensiva israelí en Rafah crearía una situación humanitaria catastrófica.
En medio de esta incertidumbre y miedo, la familia Abu Mustafa se enfrenta a diario a las preguntas de sus hijos, quienes temen por sus vidas y se cuestionan si morirán en el conflicto. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue buscando soluciones para lograr la paz y poner fin a la devastación en la región.
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