La inversión en fondos de renta variable española ha experimentado un fuerte declive en los últimos años, pasando de administrar 11.000 millones de euros en 2006 a solo 2.800 millones en la actualidad. Este descenso se debe en parte a la escasa rentabilidad y al tamaño limitado del universo de inversión de las compañías cotizadas en España.
A pesar de haber experimentado un periodo de crecimiento entre 2014 y 2017, la categoría de fondos de Bolsa española ha ido perdiendo adeptos y fondos en los últimos años. Grandes gestoras como Panza Capital han optado por no ofrecer productos específicos de Bolsa española, en busca de mayores oportunidades de inversión en otros mercados.
La evolución de la industria de fondos de inversión ha llevado a una mayor diversificación y preferencia por fondos de Bolsa europea, en lugar de centrarse exclusivamente en la Bolsa española. El bajo rendimiento de la Bolsa española en comparación con otros mercados ha dificultado el éxito de los fondos especializados en esta temática.
La tendencia actual se inclina hacia la inversión en fondos de megatendencias, que buscan beneficiarse de movimientos socioeconómicos globales en lugar de centrarse en un mercado específico. En general, los fondos de Bolsa española han perdido relevancia en el mercado de inversión y se están convirtiendo en una opción menos popular entre los inversores. Esta situación refleja la creciente preferencia por la diversificación y la búsqueda de oportunidades de inversión más rentables en otros mercados.
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