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La segunda jornada de la cumbre del clima de Dubái (COP28) estuvo marcada por un impresionante despliegue de promesas multimillonarias y discursos comprometidos para luchar contra la crisis climática. Emiratos Árabes Unidos anunció su promesa de destinar 30.000 millones de dólares a «soluciones climáticas» y movilizar 250.000 millones de capital privado para combatir el cambio climático.
España, por su parte, contribuyó con 20 millones de dólares al fondo destinado a las víctimas del caos climático, mientras que Francia e Italia se comprometieron con 100 millones cada uno. Además, Canadá añadirá 16 millones adicionales a esta causa tan importante para la humanidad.
El Banco Mundial también dio un paso al frente al anunciar que destinará 40.000 millones de dólares a proyectos de adaptación y mitigación del cambio climático. Estas acciones reflejan la preocupación global por encontrar soluciones efectivas y poner fin a esta amenaza que enfrentamos.
En un esfuerzo por impulsar la transición climática en economías emergentes, más de 1.000 empresarios y filántropos se unieron para movilizar 5.000 millones de dólares. Esta importante suma de dinero se destinará a proyectos que aceleren la adopción de energías renovables en estos países.
Los líderes mundiales presentes en la cumbre hicieron hincapié en la urgencia de abandonar los combustibles fósiles y acelerar la transición hacia energías renovables. Esto demuestra la importancia de encontrar alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Brasil también tuvo una destacada participación en la cumbre, comprometiéndose a luchar contra el cambio climático y fortaleciendo su hoja de ruta para recortar emisiones y reducir la deforestación. Esto es especialmente significativo, dada la importancia que tiene la Amazonia en la absorción del dióxido de carbono.
Además, el rey Carlos III de Inglaterra hizo un llamado a la acción, reclamando acciones reales y transformadoras contra la crisis climática. Su mensaje subraya la necesidad de tomar medidas prácticas para enfrentar este desafío global.
Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que los mensajes políticos deben traducirse en acciones concretas plasmadas en el acuerdo final de la cumbre. Es fundamental que los compromisos y promesas se conviertan en medidas tangibles y efectivas para garantizar un futuro sostenible.
En resumen, la segunda jornada de la cumbre del clima de Dubái estuvo marcada por promesas multimillonarias, discursos comprometidos y llamados a la acción contra la crisis climática. Todos estos esfuerzos muestran una clara voluntad de combatir este problema tan urgente y encontrar soluciones concretas para garantizar un futuro más sostenible para todos.
