La última caravana de migrantes en México se dispersa después de 2 días

HUIXTLA, México — Varios miles de migrantes que habían viajado al sur de México para llegar a Estados Unidos interrumpieron su marcha el domingo después de que las autoridades mexicanas otorgaran unos 3.000 permisos de residencia temporal.

Los permisos permitirán a los migrantes, en su mayoría venezolanos y centroamericanos, permanecer en México hasta por 30 días mientras realizan los trámites migratorios, dijeron funcionarios del Instituto Nacional de Migración de México.

“Nos vamos a ir a Estados Unidos en autobús, porque ya tenemos un permiso. Ya no necesitamos caminar”, dijo el venezolano William Molina luego de recibir el permiso. Viaja con 10 parientes.

El grupo, que comenzó a caminar desde la ciudad fronteriza de Tapachula el viernes, fue la novena caravana de migrantes que se forma en el sur de México este año.

La migración volvió a ser el centro de atención la semana pasada luego del hallazgo de un camión abandonado en San Antonio, Texas, con más de 60 migrantes adentro. Cincuenta y tres de ellos murieron.

La tragedia coincidió con un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que permitió al gobierno de Biden poner fin a una medida impuesta por el presidente Donald Trump que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en México mientras los funcionarios estadounidenses procesaban las solicitudes de asilo.

Aunque las caravanas de migrantes han atraído la atención de los medios de comunicación, sus participantes constituyen un pequeño porcentaje del flujo migratorio que llega a la frontera entre Guatemala y México todos los días, generalmente con la ayuda de traficantes.

Otro venezolano del grupo, Francisco Daniel Marcano, dijo que esperaba que el permiso lo ayudara a llegar al norte de México y cruzar a territorio estadounidense. Pero, dijo, si no puede ingresar a los EE. UU., intentará encontrar trabajo en el norte de México para ganar dinero y enviar a sus padres y tres hijos a Venezuela.

Al menos tres grandes grupos, que suman unas 13.000 personas, han intentado salir a pie de la frontera con Guatemala en los últimos 30 días, según la agencia de inmigración de México.

Muchos migrantes se oponen a la estrategia de México de mantenerlos en el sur, lejos de la frontera con Estados Unidos. Dicen que el proceso de normalización de su estatus, generalmente solicitando asilo, toma demasiado tiempo y no pueden mantenerse mientras esperan semanas en Tapachula porque los trabajos son escasos.

Pero las últimas caravanas, en su mayoría compuestas por familias enteras, solo pudieron avanzar unos 45 kilómetros (28 millas) hasta Huxtla, donde las autoridades mexicanas lograron dispersar a los grupos otorgándoles residencia temporal.