La terapia con células madre podría retrasar la progresión de la EM en más de 10 años

El autotrasplante de células madre hematopoyéticas podría convertirse en un tratamiento de rutina para la esclerosis múltiple, según científicos. Un estudio publicado en el Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry ha demostrado que esta terapia es efectiva para tratar la EM remitente-recurrente.

A pesar de estos resultados prometedores, el autotrasplante de células madre hematopoyéticas aún no se ha incluido en la mayoría de las directrices clínicas nacionales para el tratamiento de la EM. Esta enfermedad inflamatoria crónica del sistema nervioso central afecta a millones de personas en todo el mundo y sus tratamientos actuales tienen limitaciones. Por lo tanto, es crucial explorar nuevas opciones terapéuticas.

La terapia de autotrasplante de células madre hematopoyéticas consiste en extraer células madre de la médula ósea del paciente, suprimir su sistema inmunológico mediante quimioterapia y luego reintroducir las células madre en el torrente sanguíneo para «resetear» el sistema inmunológico.

Un estudio realizado en 231 pacientes con EM remitente-recurrente reveló resultados prometedores después del autotrasplante de células madre hematopoyéticas. Después de 5 años, casi el 75% de los pacientes tratados no mostraban evidencia de EM, y después de 10 años, aproximadamente dos tercios de los pacientes tampoco la presentaban. Además, la tasa de recaída anual disminuyó significativamente después del trasplante.

Aunque hubo algunos efectos secundarios como infecciones y neutropenia febril, los investigadores consideran que el autotrasplante de células madre hematopoyéticas es factible y seguro. Basándose en los resultados de este estudio y de un ensayo clínico aleatorio anterior, los científicos sugieren que esta terapia debería incluirse como un estándar de atención para pacientes con EM muy activa.

En conclusión, el autotrasplante de células madre hematopoyéticas podría ofrecer una nueva esperanza para los pacientes con esclerosis múltiple. Aunque aún se necesitan más investigaciones, estos estudios demuestran su efectividad y seguridad, lo que podría influir en la inclusión de esta terapia en las directrices clínicas nacionales para el tratamiento de la EM.