La granada es un fruto originario del sur de Asia, Persia y Afganistán, y llegó a España gracias a la influencia de los árabes. Hoy en día, España se ha convertido en el principal país productor de granadas en el mercado europeo.
La temporada de la granada abarca desde septiembre hasta noviembre, siendo el otoño la época ideal para consumirla en diversas formas, como ensaladas, batidos, yogures o zumos. Además de su sabor dulce y refrescante, este fruto es conocido por su gran cantidad de beneficios para la salud.
La granada es rica en antioxidantes y sustancias antiinflamatorias que pueden combatir enfermedades crónicas. También puede ayudar en la pérdida de peso debido a su bajo contenido calórico y su capacidad para reducir la grasa. Además, gracias a su contenido en ácido elágico y fibra, esta fruta combate la sensación de hinchazón en el cuerpo.
Estudios científicos han demostrado que la granada puede reducir la actividad inflamatoria en células cancerígenas y tener efectos positivos en la inflamación intestinal. Esto se debe a que contiene polifenoles antioxidantes que, al descomponerse en moléculas más pequeñas en el intestino, pueden tener efectos beneficiosos en el envejecimiento, la inflamación y la función cardíaca.
Además, se ha descubierto que el consumo de extracto de granada protege contra enfermedades inflamatorias intestinales. Con su alto contenido de potasio, vitamina C y vitaminas del grupo B, la granada también beneficia la piel, protegiéndola contra los rayos UVB, y mantiene la salud cerebral.
Los flavonoides presentes en la granada pueden mejorar la regeneración neuronal, la función cognitiva y, incluso, la memoria a corto plazo. Estos son solo algunos de los motivos por los que la granada se ha convertido en una fruta muy apreciada tanto por su delicioso sabor como por sus potentes beneficios para la salud. Si aún no la has probado, no pierdas la oportunidad de disfrutar de este superalimento.
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