La Cumbre por la Paz en El Cairo concluyó ayer sin una declaración conjunta formal, pero con diversas intervenciones que reflejaron posturas encontradas sobre el conflicto en Oriente Próximo.
En primer lugar, Egipto expresó su agradecimiento a los países que asistieron a pesar de las dificultades de plazos. El presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, hizo un llamamiento a la reactivación del proceso de paz en la región, subrayando la importancia de buscar soluciones diplomáticas.
Uno de los puntos destacados de la cumbre fue la posible reapertura del paso de Rafá, mencionado por Al Sisi. Además, propuso que este paso sea supervisado por Naciones Unidas y la Media Luna Roja palestina, para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
Por su parte, Jordania denunció el reciente bombardeo sobre Gaza y exigió que Israel rinda cuentas por sus acciones. El presidente palestino, Mahmud Abbas, se sumó a estas críticas y acusó a Israel de violar todas las leyes humanitarias posibles. Además, pidió la liberación de los prisioneros palestinos como un gesto de buena voluntad.
La cumbre también contó con la participación del presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, quien comparó la situación de los palestinos con la del Apartheid en Sudáfrica. Este comentario generó un debate acalorado entre los asistentes, pero dejó clara la posición de Sudáfrica en el conflicto.
Asimismo, representantes de varios países europeos abogaron por una solución diplomática y el reconocimiento de dos estados, Israel y Palestina. Esto refleja la postura de la comunidad internacional en busca de una paz duradera en la región.
En cuanto a Francia, el Ministerio de Asuntos Exteriores celebró la apertura del paso de Rafá y pidió un alto el fuego humanitario permanente en Gaza. Además, destacó la importancia de priorizar el bienestar de la población civil y buscar soluciones pacíficas.
En resumen, la Cumbre por la Paz en El Cairo reunió a líderes y representantes de diversos países con el objetivo de encontrar soluciones al conflicto en Oriente Próximo. Aunque no se alcanzó una declaración conjunta formal, las intervenciones dejaron clara la preocupación internacional por la situación en la región y la necesidad de buscar una paz duradera.