Impulsse.la Complete News World
El asesinato de John F. Kennedy, ocurrido el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, continúa siendo un enigma que ha sacudido al mundo. La versión oficial establecida por la Comisión Warren, que concluyó que Lee Harvey Oswald actuó solo, ha sido cuestionada por un gran número de estadounidenses.
Oswald, un exmarine de 24 años que vivió en la URSS y era admirador de Fidel Castro, fue asesinado dos días después del magnicidio por Jack Ruby, lo que alimentó aún más las teorías de conspiración. Desde entonces, han surgido cientos de teorías, algunas más fundamentadas que otras, todas buscando dar una explicación a este trágico suceso.
Algunos sostienen que Oswald actuó en solitario, mientras que otros, como el autor David Talbot, piensan que existió un complot del llamado «Estado profundo». Los motivos de Oswald para asesinar a Kennedy incluyen delirios de grandeza y el deseo de pasar a la historia.
Entre las teorías de conspiración más conocidas se encuentra la popularmente conocida como la teoría de la «bala mágica», así como la supuesta implicación de la CIA y el FBI en el atentado. Sin embargo, el historiador Francisco Martínez Hoyos sostiene que todas estas teorías carecen de base y son mutuamente excluyentes.
A pesar de los diferentes puntos de vista, algunos investigadores competentes no han logrado encontrar pruebas que respalden estas teorías de conspiración. Por lo tanto, cabe preguntarse quién no estuvo involucrado en el asesinato de Kennedy en lugar de quien fue el responsable.
Aunque han pasado casi seis décadas del trágico suceso, el asesinato de John F. Kennedy sigue siendo objeto de debate y controversia. Sin duda alguna, es un enigma que se seguirá investigando en busca de respuestas que aclaren lo ocurrido aquel fatídico día en Dallas.
