La nueva Ley General de Telecomunicaciones, conocida como ley antiSPAM, entró en vigor el pasado 29 de junio en el país. Esta ley tiene como objetivo principal prohibir las llamadas comerciales sin permiso previo de los usuarios.
A pesar de la entrada en vigor de esta ley, muchos usuarios siguen recibiendo llamadas no deseadas por parte de empresas y proveedores de servicios. Esto se debe principalmente a problemas de interpretación de la ley y al concepto de «no deseadas» definido por el consentimiento previo.
La Ley General de Telecomunicaciones menciona el consentimiento previo en dos puntos específicos, pero muchas empresas utilizan patrones oscuros en los formularios para confundir a los usuarios. Por ejemplo, en los formularios de suscripción, se suele incluir una casilla de «Acepto comunicaciones comerciales», pero la segunda casilla de «Acepto comunicaciones comerciales» no es obligatoria.
Además, la opción de «interés legítimo» puede permitir a las empresas realizar llamadas de spam sin haber recibido el consentimiento previo. Esto ha generado un problema importante, ya que las empresas pueden seguir llamando a los usuarios aunque no se haya dado el consentimiento explícito.
Otro problema que se ha observado es el de las llamadas de spam con números de otros países. Esto dificulta aún más la solución del problema, ya que las autoridades locales no pueden intervenir directamente.
Sin embargo, los usuarios cuentan con algunos recursos para evitar las llamadas de spam. Por ejemplo, es recomendable activar el filtro antispam en los dispositivos móviles y bloquear aquellos números que se identifiquen como spam.
Además, existe la posibilidad de denunciar las llamadas de spam a las autoridades competentes, quienes pueden investigar y tomar medidas contra las empresas infractoras.
En resumen, a pesar de la entrada en vigor de la nueva Ley General de Telecomunicaciones, los usuarios siguen recibiendo llamadas de spam por parte de empresas y proveedores de servicios. Esto se debe a problemas de interpretación, patrones oscuros en los formularios y la posibilidad de realizar llamadas basadas en el «interés legítimo». Sin embargo, los usuarios cuentan con recursos para combatir este problema, como activar filtros antispam y denunciar las llamadas de spam a las autoridades competentes.