El Partido Popular (PP) y Vox han sellado un pacto para gobernar el Ayuntamiento de València, convirtiendo así a esta corporación en la más importante en la que la extrema derecha alcanza poder. Este acuerdo supuso un cambio en la alcaldía, ya que la alcaldesa del PP, María José Catalá, duró solo cuatro meses en solitario al frente del Ayuntamiento.
Sin embargo, la relación entre Catalá y el segundo teniente de alcalde de Vox, Juan Manuel Badenas, está afectada por su etapa anterior como responsables de la Universidad Internacional de Valencia (VIU). En 2013, Catalá privatizó el 70% de la VIU, de la cual Badenas era rector, por cuatro millones de euros. Esto ha generado tensiones entre ambos políticos, e incluso durante el acto de puesta de largo del pacto, la alcaldesa mostró incomodidad y trató de evitar fotografiarse junto a Badenas.
A pesar de este pacto, hubo críticas debido a que no se incluyó un acuerdo programático con las líneas maestras del proyecto de ciudad para los próximos cuatro años. Además, se han planteado dudas sobre la continuidad de eventos conseguidos por el anterior equipo de izquierdas, como los Gay Games y la Capitalidad Verde Europea en 2024.
De acuerdo con el acuerdo, Vox gestionará diferentes áreas en el Ayuntamiento de València, entre las que se encuentran Empleo, Emprendimiento y Formación, Parques y Jardines, Espacios Naturales, Playas, Agricultura, Familia, Mayores y Tradiciones.
Este pacto entre el PP y Vox ha generado una gran controversia en València, ya que marca un cambio significativo en la política local al dar poder a la extrema derecha en la corporación municipal más importante de la ciudad. La sociedad valenciana y diferentes sectores políticos siguen atentos a los acontecimientos que se desarrollarán en los próximos meses bajo esta nueva alianza.