El gobierno de Kuwait está renunciando, lo que puede haber ayudado a poner fin al enfrentamiento político.

KUWAIT (Reuters) – El gobierno de Kuwait renunció el lunes (8 de noviembre) en una medida que, junto con una amnistía para los disidentes políticos, podría ayudar a poner fin a una reacción violenta contra los legisladores de la oposición que ha obstaculizado la reforma fiscal.

La renuncia, informada por la agencia de noticias estatal KUNA, es la segunda del gobierno este año, encabezada por el primer ministro Sheikh Sabah al-Khalid al-Sabah, que contradice al parlamento electo productor de la OPEP en el Golfo Pérsico.

No quedó claro de inmediato si el Emir Sheikh Nawaf al-Ahmed al-Sabah, quien tiene la última palabra en los asuntos estatales, aceptaría la renuncia del gobierno formado en marzo.

Varios legisladores de la oposición han pedido que se interrogue al primer ministro sobre varios temas, incluido el escándalo de corrupción de la epidemia de COVID-19, pero una moción de marzo le otorgó inmunidad de interrogatorio hasta fines de 2022.

El conflicto ha paralizado a la legislatura, obstaculizado los esfuerzos para impulsar las finanzas públicas, que se vieron duramente afectadas por los bajos precios del petróleo և epidemia և del año pasado y adoptado medidas, incluida la ley de deuda necesaria para operar los mercados mundiales.

El estancamiento político de décadas ha llevado a la reorganización del gobierno, la disolución del parlamento y el estancamiento de la inversión y la reforma.

El gobierno ha iniciado un diálogo con los legisladores para salir del estancamiento, con la oposición exigiendo una amnistía al perdonar a los disidentes para poder interrogar a Sheikh Sabah, quien ha sido primer ministro desde finales de 2019. Lee mas:

El presidente del parlamento, Marzouk al-Ghanim, anunció el lunes que dos decretos del emirato habían sido aprobados sobre amnistía después de que el gabinete lo aprobara el domingo, diciendo que era una «nueva página» para que Kuwait se centrara en «importantes cuestiones pendientes». »: Lee mas

Entre los disidentes en el exilio autoimpuesto se encuentran ex legisladores que participaron en una ofensiva parlamentaria en 2011 contra presuntos sobornos gubernamentales, mala gestión, otros kuwaitíes que criticaron al emir por crímenes encarcelados u otros gobernantes del Golfo.

Kuwait no permite los partidos políticos, pero le ha dado a su legislatura más influencia que organismos similares en otras monarquías del Golfo, lo que incluye aprobar, bloquear, interrogar a los ministros y no expresar confianza en los funcionarios gubernamentales de alto rango.

Informe de Aziz El Yakubi en Dubai և de Yomna Ehab en El Cairo; Escribe Jaida Chantus; Editado por Andrew Couture, Nick McPhee և Angus Maxwan

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