La glucemia es crucial para la salud
La glucemia, o la cantidad de glucosa presente en la sangre, es una fuente de energía vital para el cuerpo humano. Sin embargo, es necesario mantener un equilibrio adecuado de azúcar en la sangre para evitar problemas de salud a largo plazo.
Los niveles de azúcar en la sangre están controlados por hormonas producidas por el páncreas, especialmente la insulina. Esta hormona ayuda a regular los niveles de glucosa y permite que las células de nuestro cuerpo absorban la energía necesaria. Si se produce una falta de insulina o el cuerpo no responde adecuadamente a ella, los niveles de glucosa en la sangre pueden ser demasiado altos o bajos.
Es crucial controlar regularmente los valores de azúcar en la sangre para detectar cualquier anomalía. Factores como el estrés, ciertos alimentos y medicamentos pueden influir en los niveles de glucosa en la sangre. Es por eso que es aconsejable realizar análisis de sangre o utilizar un glucómetro para verificar los niveles de glucosa.
Los síntomas de un aumento en los niveles de azúcar incluyen cansancio, sed excesiva, visión borrosa y orinar con frecuencia. Además, después de comer, los niveles normales de glucosa deben ser inferiores a 180 mg/dL después de 2 horas.
Se recomienda controlar los niveles de glucosa en sangre en ayunas, antes de las comidas, dos horas después de comer y antes de acostarse. Un nivel alto de glucosa después de comer puede ser un signo de hiperglucemia y puede indicar prediabetes o diabetes temprana.
Es importante tener en cuenta que los niveles altos de azúcar en la sangre pueden tener consecuencias graves para la salud a largo plazo. Esto incluye daño renal, enfermedad renal crónica, problemas cardíacos, accidentes cerebrovasculares, problemas de visión y mayor riesgo de infecciones. Por lo tanto, es fundamental controlar y mantener niveles saludables de glucosa en la sangre para asegurar una buena calidad de vida.