El 5 de mayo de 2010, se encontró un rastro de petróleo frente a las Islas Chandelier frente a la costa de Luisiana en el Golfo de México.
Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México han desarrollado una nueva técnica que puede limpiar el petróleo, así como materiales radiactivos, fertilizantes, medicamentos y otros contaminantes liberados en el océano.
Las técnicas innovadoras incluyen nanotubos que se encuentran en la haloilita, un mineral arcilloso natural, y magnetita, un mineral altamente magnético.
«Podemos usar un campo magnético para quitar la mancha, como si de alguna manera estuviéramos tirando la red de pesca, para que podamos sacar el petróleo», dijo recientemente a Xinhua Marina Vargas Rodríguez, gerente del proyecto.
“Si la fuga se produce cerca de la playa, podremos bombear el contaminante a mar abierto para que no afecte a nuestras playas. Al mismo tiempo, el petróleo podrá recuperarse y utilizarse de nuevo”.
La técnica ha sido probada en varios tipos diferentes de aceites.
“Los materiales tienen la capacidad de absorber petróleo, quedarse en la superficie o donde sea que estén”, dijo Vargas.
El equipo puede purificar incluso los hidrocarburos más viscosos y, cuando se recupera el petróleo, se puede volver a utilizar en lugar de quemarlo in situ, liberando sustancias nocivas al aire.
“Los peces también sufren porque toda esa grasa está en la cadena alimenticia, los cancerígenos se quedan ahí. Cuando pescamos, nos alimentamos de las sustancias nocivas que todavía están ahí”, dijo Vargas.
El equipo recientemente desarrollado no afecta la vida silvestre; puede usarse para desinfectar grandes derrames de petróleo, como ríos, lagos y lagunas.
Y el coste es mucho menor porque los nanotubos de haloisita son naturales, mientras que los nanotubos de carbono tienen que sintetizarse para hacerlos más caros.
Xinhua:
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