El periodista y escritor Carlos Fonseca presentó su libro «La farsa» en la sede de Penguin Random House en Madrid, donde concluyó después de cuatro años de investigación sobre el 23-F que la investigación para castigar a los culpables estuvo «viciada». Fonseca criticó la falta de transparencia en la desclasificación de la documentación del 23-F y señaló que la resistencia a arrojar luz sobre lo ocurrido adquiere tintes de encubrimiento.
El autor destacó la falta de voluntad para desclasificar la información que pueda perjudicar a determinadas instituciones, como la monarquía y el ejército. Asimismo, criticó la actuación de los servicios de inteligencia militar y la falta de investigación sobre aspectos clave del golpe, resaltando que el relato oficial sobre el 23-F tiene fallos y agujeros, y critica la falta de voluntad de saber toda la verdad.
Fonseca mencionó la intensa relación entre el ministro Oliart y el juez instructor del caso, generando sospechas. El autor criticó la banalización del término «golpe de Estado» en la actualidad y señaló la preocupación por manifestaciones nostálgicas de la extrema derecha. Además, expresó su preocupación por manifiestos militares que recuerdan al ruido de sables previo al 23-F y la influencia de ciertos personajes en la política pública.
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