Repsol, una de las principales empresas petroleras de España, está monitoreando de cerca el posible efecto del reciente ataque de Irán a Israel en el mercado mundial de petróleo. En la madrugada del 14 de abril, Irán lanzó un ataque masivo que incluyó 170 drones, 120 misiles balísticos y 30 misiles crucero sobre Israel, en represalia por un bombardeo israelí al consulado iraní en Damasco dos semanas antes.
Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, expresó su preocupación durante su participación en el foro ‘Wake up, Spain!’ de El Español. El ataque provocó una leve caída en el precio del barril de petróleo Brent, que se situó por debajo de los 90 dólares, rompiendo con las tendencias anteriores de aumento en el precio del crudo.
Además, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó a la baja su estimación de aumento en la demanda mundial de petróleo para el año 2024. Aunque se espera que la demanda aumente en 1,2 millones de barriles al día para ese año, la AIE advirtió que factores estructurales podrían llevar a una desaceleración en el crecimiento de la demanda de petróleo durante el resto de la década.
Estas noticias han generado incertidumbre en el sector petrolero y Repsol, al igual que otras empresas del rubro, están atentas a la evolución de la situación geopolítica que pueda impactar en los precios y la demanda de petróleo a nivel mundial. La estabilidad en Oriente Medio es crucial para el mercado energético global y cualquier conflicto en la región podría tener repercusiones significativas en la economía mundial.