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Título: «Tensión expansiva: Israel evacua a un millón de civiles y la ONU acusa violaciones de guerra»
En las últimas horas se ha desatado una ola de tensión en Oriente Próximo, con Israel y Palestina en el centro del conflicto. Israel ha ordenado la evacuación de más de un millón de civiles en la ciudad de Rafah, en un intento de «destruir» a Hamás, según afirman las autoridades israelíes.
Sin embargo, el presidente de Palestina, Mahmoud Abbas, considera que esta acción tiene como objetivo expulsar a los palestinos de sus hogares. Las organizaciones humanitarias han advertido de un posible baño de sangre si Israel ataca Rafah, preocupadas por el impacto que esto pueda tener en la población civil.
Por otro lado, expertos de la ONU han calificado de doble crimen de guerra la reciente incursión de Israel en un hospital de Cisjordania. Según informes, las fuerzas israelíes han matado a un menor palestino de 17 años en Cisjordania, lo cual ha generado una fuerte indignación en la comunidad internacional.
Mientras tanto, en Yemén, miles de simpatizantes de los hutíes se han manifestado en apoyo a los ataques de la milicia en el mar Rojo. La situación en el país se encuentra en un estado crítico, con constantes enfrentamientos y una grave crisis humanitaria.
Finalmente, Irán ha acusado a Israel de querer arrastrar a Estados Unidos al «pantano de la guerra» en Oriente Próximo. Estas acusaciones aumentan la tensión en una región ya conflictiva, y ponen en evidencia las relaciones tensas entre ambos países.
La situación en Oriente Próximo continúa siendo preocupante, con un aumento de la violencia y violaciones de derechos humanos. La comunidad internacional debe intervenir para buscar una solución pacífica al conflicto y evitar una escalada de la violencia.
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