El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado el objetivo de las reuniones entre el PSOE y los partidos independentistas catalanes tanto dentro como fuera de España. Estas reuniones se iniciaron en Ginebra y acordaron la figura del verificador internacional.
Sánchez defiende la utilidad de esta figura en partidos con desconfianza mutua, destacando su papel en facilitar la negociación y abordar la convivencia. Es por esto que estas reuniones se llevan a cabo fuera de España, debido a que algunos actores, como Puigdemont, no viven en el país.
El presidente del Gobierno ha mencionado las negociaciones entre el Gobierno de Aznar y ETA en Suiza como ejemplo de tener reuniones en el extranjero, rechazando que la medida de gracia implique olvidar lo sucedido en el desafío independentista de 2017.
Sánchez considera que todos deben aprender de la crisis política independentista y destaca el efecto balsámico de los indultos a los líderes políticos encarcelados, calificando como legítimo el debate sobre la falta de rendición de cuentas de Puigdemont ante la justicia. No obstante, insiste en la importancia de recuperar la convivencia.
El presidente del Gobierno asume que no contará con el aplauso de la mayoría de la ciudadanía en este paso, pero destaca que fortalecerá la democracia española a largo plazo. Además, Pedro Sánchez denuncia el bloqueo del Poder Judicial por parte del PP, calificándolo de secuestro y lawfare. En este sentido, menciona especialmente el secuestro del CGPJ como un caso paradigmático de lawfare.