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TAPACHULA, México – 30 de diciembre (Reuters) – Funcionarios mexicanos desmantelaron el jueves un campamento de migrantes improvisado en el sur del país cerca de la frontera con Guatemala, dijeron funcionarios del gobierno a Reuters.
Muchos de los migrantes, familias con algunos niños, esperaron durante meses en el campo de Tapachula, que algunos describieron como una «prisión» debido a las malas condiciones o el hacinamiento. Las autoridades mexicanas utilizaron el campamento para inmovilizar a los migrantes y restringir su movimiento.
Antes de que las autoridades disolvieran el campamento de Tapachula, el Instituto Nacional de Migraciones (INM) de México permitió a unos 3.000 migrantes procesar sus documentos de viaje, lo que les permitiría salir del campamento.
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Los migrantes, en su mayoría de Centroamérica y el Caribe, abandonaron el campamento luego de que los funcionarios del INM les dieran un código QR para registrarlos y completar el proceso de «asentamiento».
Ahora tendrán un mes para completar el proceso de visa, que puede incluir solicitar asilo en uno de los 14 estados, según un funcionario migrante del gobierno que mostró sus documentos a Reuters. Los migrantes deben encontrar su propio apartamento.
«Voy a Sinaloa para obtener una visa humanitaria por mi cuenta», dijo una mujer cubana que no quiso ser identificada. Dijo que permaneció en el campamento por más de dos semanas, esperando su código QR para continuar su viaje a Estados Unidos.
México ha acelerado el movimiento de decenas de miles de migrantes a diferentes regiones este mes, con la promesa de hacer arreglos para que una cantidad récord de personas que lleguen al país en 2021 crucen la frontera de Estados Unidos.
Sin embargo, hubo decenas de migrantes que dijeron que no recibieron un código QR el jueves, pero que aún así se vieron obligados a abandonar el campamento. No está claro si se proporcionará asistencia para la vivienda.
Lester Senteno, de 25 años, un migrante de Nicaragua, dijo que llegó a Tapachula en busca de asilo pero no recibió un código QR ni fue transferido a otra región.
«Me dijeron que me iban a deportar si no salía de aquí (el campamento)», dijo Senteno, refiriéndose a los agentes de inmigración.
(Esta historia se reprodujo para aumentar el crédito de edición)
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Informe de José Torres, Informe adicional de Lisbeth Díaz, de Cassandra Garrison; Editado por Aurora Ellis
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